lunes, diciembre 31, 2007

El cuento del siglo XXI (I)

En el transcurso del aun temprano siglo XXI, se han publicado unos quince libros de cuentos para adultos, concebidos por escritores nacidos o residentes en la provincia de Matanzas, en su mayoría bastante jóvenes y por tanto, hecho lógico, enfrascados en una lucha inicial por definir sus voces, sus estilos.
Tal ‘abundancia’ contrasta con la última década del siglo XX, momento en el que (debido sobre todo a las carencias materiales del llamado período especial) se produjo una profunda sequía editorial. Por suerte, al menos dejó dos volúmenes recordables: El gran mundo, de Alberto Abréu, y Cuentos de sombras, de Aramís Quintero.
Otra historia es la del siglo XXI, sobre todo porque trajo una “apoteosis de la palabra impresa”, como denominara el poeta Reynaldo García Blanco al nuevo panorama editorial planteado en 2000, tras el surgimiento del Sistema de Ediciones Territoriales, apoyado en las posibilidades de la tecnología de impresión digital RISOGRAF.
Como en el resto de las provincias, Matanzas contó así con una casa editora para difundir las producciones literarias de los autores locales, hasta ese momento atados de manos pues les era complejo acceder a las también deprimidas editoriales nacionales.
Aunque pudiera decirse que la poesía, la literatura infantil y la investigación histórica son los géneros más publicados desde esa etapa, los narradores también han aprovechado bien esa oportunidad.
Entre otros volúmenes de narraciones breves, en este nuevo siglo han salido a la luz: Asunto de familia (Ediciones Matanzas –EM-, 2001), de José de Jesús Márquez, Cuentos no velados (EM, 2003), de Eugenio Leiva Elías, y La anunciación (EM, 2002), de Pijín Pastrana Acosta, cuyas propuestas, si bien poseen logros parciales no son de las más significativas, debido sobre todo a desbalances tanto en el orden estilístico como en el abordamiento de los temas.
De manera indudable, textos de mayor calibre en su concepción estética integral resultan: Agua de Lavanda (EM, 2005), de Elvira García Mora, Paisajes en el borde (Ediciones Aldabón, 2005), de Isnalbys Crespo, y Variaciones de Claroscuro (EM, 2005), de José Rodríguez Menocal.
En los tres casos, hay ya voces, estilos, poéticas bien definidas y que saben indagar a fondo, con pericia y perspicacia, en las zonas cognoscitivas en las cuales se mueven. Pudiera señalársele, sobre todo a Paisajes... y a Variaciones..., la diferencia de calidades que existe entre algunas de las narraciones, lo cual va en contra del libro como todo, como producto artístico página a página, renglón a renglón, palabra a palabra.
En ese sentido, quizás las propuestas ‘más completas’, y la vez las más significativas, sean dos presentadas en 2003 por Ediciones Aldabón: Música de fondo, de Daneris Fernández, y Confesiones on line, de Mabel Rodríguez Cuesta.
Si bien cada uno asume el hecho literario desde perspectivas escriturales bien alejadas, es común para ambos casos la sutileza a la hora de resolver las disyuntivas que frente a la vida cotidiana se plantean sus personajes.
Daneris lo hace desde una visión más clásica, cercana a Hemingway, a la literatura norteamericana; Mabel se presenta ‘menos convencional’, y en cierta forma recordando a la Nathalie Sarraute de Tropismos.
Acaso constituya eso: la diversidad estilística (a lo que se debe agregar también la temática), uno de los aspectos esenciales que han dado perfil distintivo a la labor de los orfebres de la cuentistica matancera en estos albores del siglo XXI.

miércoles, octubre 03, 2007

Dan a conocer ganadores del concurso Fundación de la ciudad de Matanzas

Ya se dieron a conocer los ganadores del concurso literario Fundación de la Ciudad de Matanzas, que en esta primera edición había convocado en los géneros de poesía, novela y ensayo.
Según una nota de prensa del Comité Organizador del certamen, el habanero Daniel Díaz Mantilla recibió el premio en poesía por su cuaderno Los senderos despiertos, escogido por un jurado que integraron Ricardo Alberto Pérez, Arístides Vega Chapú e Israel Domínguez.
Mientras, Demonios en La Habana (o La Historia Oculta tras la Muerte del Obispo Montial), del también habanero Jorge Fernández Crespo, triunfó en novela, según el criterio del jurado, formado por Laidi Fernández de Juan, Jorge Ángel Hernández Pérez y Laura Ruiz Montes.
En ensayo, las matanceras Marta Silvia Escalona y Silvia Hernández Godoy ganaron con la propuesta El urbanismo temprano en la Matanzas intrarríos (1693-1840). En este caso, los textos fueron evaluados por Víctor Fowler, Yamil Díaz y Norge Céspedes.
El evento lo ha organizado el Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés, Ediciones Matanzas y el Centro del Libro y la Literatura , con el auspicio de la Dirección Provincial de Cultura y los Órganos de Gobierno del municipio y la provincia.
El 12 de octubre, fecha en que se conmemora el aniversario de fundación de Matanzas, se entregará oficialmente el premio, consistente en Diploma, Trofeo, 5000.00 pesos (MN), y la publicación del libro por Ediciones Matanzas.

jueves, septiembre 27, 2007

Por primera vez Premio de la Crítica para libro matancero


Con el libro Más horribles que yo, del escritor Luis Lorente, Ediciones Matanzas ha recibido por primera vez en su historia el Premio de la Crítica, reconocimiento anual que distingue las mejores propuestas literarias publicadas en toda la Isla.
Editado por Alfredo Zaldívar, y con diseño de Johann E. Trujillo, el volumen se presentó con gran éxito en la Feria Internacional del Libro del año pasado y sorprendió por su notable calidad integral.
Según afirma Zaldívar, “Más horribles que yo recoge poemas y prosas en su mayoría de temas y personajes matanceros, textos en los que asumen papel esencial el fino humor y sobre todo la memoria, como provocación y evocación”.
Luis Lorente, nacido en la matancera ciudad de Cárdenas en 1948, ha publicado ya unos cuantos volúmenes. Esta es la segunda vez que gana el Premio de la Crítica. Antes le habían adjudicado también galardones como el David y Casa de las Américas.
En esta nueva edición del Premio de la Crítica, correspondiente al 2006, triunfaron otros nueve libros: los poemarios Born in Santa Clara, de Sigfredo Ariel, y Catch and release, de Reina Maria Rodríguez; los ensayos Calzar el coturno americano, de Elina Miranda, y Los nuevos paradigmas: prólogo narrativo al siglo XXI, de Jorge Fornet; las novelas Las edades transparentes, de Lourdes González, y Perro Viejo, de Teresa Cárdenas (para niños y jóvenes); los libros de cuentos Ámbito de Hipermestra, de Mercedes Melo, y Corazón de libélula, de Nersys Felipe (para niños y jóvenes); y el Teatro escogido, de Eugenio Hernández.
Seis editoriales fueron reconocidas en total: Letras Cubanas y Unión encabezan los premios, con tres en cada caso, y uno cada una obtuvieron Matanzas, Oriente, Casa de las Américas y Alarcos.
El Jurado, integrado por Enrique Saínz (Presidente), Ivette Vian, María Elena Llana, Nara Araújo, Jesús David Curbelo, Norge Espinosa, Alex Pausides y Reinaldo Montero, sesionó en el Centro Cultural Dulce María Loynaz de esta capital, donde será otorgado oficialmente el Premio, el 22 de octubre a las cinco de la tarde.

miércoles, septiembre 26, 2007

Vigía publica poema inédito de Digdora Alonso

En un pergamino finamente elaborado, Ediciones Vigía acaba de publicar un poema inédito de Digdora Alonso, notable escritora fallecida el pasado primero de junio en su natal ciudad de Matanzas.
El poema se titula Incógnita. El diseñador Rolando Estévez, uno de los grandes amigos de la poetisa, lo halló entre la papelería que ella le legara y que, para beneficio general de la cultura cubana, podrá consultarse libremente en un pequeño archivo inaugurado en Vigía.
Además de presentarse el pergamino, como parte del agradecimiento a su aporte intelectual se colocó una placa de cerámica con un poema suyo frente a la margen del río San Juan, justo a un costado del parque que rememora a los emigrantes canarios fundadores de Matanzas
Entre los libros más significativos publicados por Digdora Alonso a lo largo de su vida, se encuentran Yo, mi desconocida, Bajo el hongo, Como un ángel cierto, Rosa de Jericó y otros poemas, Contemplaciones y Casi invisible al atardecer.
El año pasado Ediciones Matanzas había dado a la luz Pájaro y Luna, una antología en la que se hacía una selección de los poemas en los que Digdora Alonso ha reflexionado en torno a la naturaleza, sin duda uno de sus más frecuentados temas.

Incógnita
¿Dónde está el cementerio de los pájaros?
¿A qué lugar remoto y desconocido
emprenden su último y definitivo vuelo?
Algunos los he visto morir, casualmente,
por el impacto brutal de un autobús
o la criminal audacia de un tirapiedras
Pero los otros, ¿en qué lugar reposan?
¿O es que acaso nunca mueren, sino
que un día, volando simplemente,
se vuelven aire, luz, color o música?
¿Serán ellos los únicos y privilegiados seres
Que entran sin reparo al Paraíso?Creo que nadie nunca lo sabrá.

viernes, septiembre 07, 2007

El Quijote hermana hombres

Una curiosa anécdota que en 1885 le ocurrió a su padre (un general mambí) en Ciénaga de Zapata, sirvió como punto de partida para que la escritora Dulce María Loynaz (1902-1997) reflexionara en torno a esa gran novela que se llama Historia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
La poeta cubana señalaba, de manera específica, los grandes valores humorísticos de esa obra universal. Lo hizo durante el discurso que pronunciara en 1993 al recibir oficialmente el Premio Cervantes de Literatura.
Al publicarlo en Cuba, Dulce María lo tituló “La risa, cuando puede participarse, hermana a los hombres”. A continuación, reproducimos algunos de sus más interesantes fragmentos:


“En su libro Memorias de la Guerra cuenta mi padre, el general Enrique Loynaz del Castillo, cómo, recorriendo la Ciénaga de Zapata durante la campaña de 1885, vino a dar a un claro del bosque donde un oficial del ejército español dormía con la cabeza apoyada en un libro. Al ruido de pisadas en las hojas secas despierta el durmiente que viéndose sorprendido escapa dejando abandonados en el suelo un estuche de cuero y el libro que le sirviera de almohada. Mi padre recoge ambas cosas, entrega al oficial que le acompaña el estuche donde brillaba la rica joya y retiene el libro en cuya cubierta empieza a leer: Historia del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha por don Miguel de Cervantes y Saavedra.
Continuando la marcha por la inhóspita zona, mi padre y sus compañeros se extravían y tras caminar un buen trecho, rendidos de fatiga, se sientan en el tronco de un árbol derribado. Mi padre abre el libro y empieza a leer para sí, y luego se interrumpe con risa que no ha podido contener.
-¡Siga, siga riendo! -dicen los otros-, que esa risa nos hace pensar que ya usted encontró el modo de salir de este infierno-. Mi padre vuelve a leer el párrafo que provocó su hilaridad, esta vez en voz alta. Y todos ríen juntos, como si, en efecto, ya vieran resuelta la angustiosa situación.
La risa, cuando puede participarse, hermana a los hombres. Por otra parte no es difícil llorar en soledad y, a cambio, es casi imposible reír solo.
La risa es una sustancia casi volátil, quiero decir difícil de conservar. Lo que hacía reír a nuestros abuelos ya hoy no nos hace reir (...)
Por eso considero importante detenerme en resaltar esta faceta del libro inmortal (...)
Mi padre lee algunos pasajes del Quijote y ríe. Pero, ¿dónde se encontraba mi padre?, en la más difícil de las situaciones, perseguido y extraviado en plena selva tropical. Las condiciones no podían ser más adversas y, sin embargo, mi padre ríe tan espontáneamente que su risa es contagiada a sus compañeros. ¿Quién hizo el milagro? Un hombre que vivió hace cuatrocientos años y lo suscitó con palabras escritas en un papel.
A lo largo de los siglos este libro ha sido leído, releído y comentado. Es difícil hallar otro con tanta repercusión en los hombres de distintos tiempos y distintos países (...)
Hay quien pretende que Cervantes solo se propuso ridiculizar y por tanto erradicar los libros de caballería tan en boga en su tiempo. Rechazo esta tesis: Me parece que rebaja el mérito del gran escritor y de la gran obra.
Equivaldría a decir que Cervantes apuntó a una codorniz y cobró un águila real.
Nunca me he afiliado a las teorías casuales, creo que en todo hay un origen y un propósito (...)”

martes, julio 31, 2007

Un poeta que atraviesa puertas de papel


Ese gran poeta cubano que se llama José Kozer quería viajar a Matanzas, donde, Ediciones Vigía y otros esfuerzos mediante, había aparecido Réplicas, el primer libro suyo publicado en tierras cubanas.
Una noche de 1998 Alfredo Zaldívar, entonces director de Vigía, le puso ese volumen de versos en las manos y José Kozer lo dijo: con el fondo de su alma añoraba caminarla, pasearla, recorrer con detenimiento su plaza.
Ahora se cumple su deseo: ha viajado, viaja a todo lo largo y ancho de esta ciudad, y lo hace como ha hecho muchos otros viajes en su existencia: a través de la literatura, cuyas puertas de papel le han permitido desplazarse por encima de geografías y épocas.
Definitivamente ha llegado, como él quería, y el testimonio de su presencia se halla en las páginas del último número de la Revista Matanzas (correspondiente a enero-abril de 2007), que le dedica un dossier revelador de su luz.
Como plato fuerte se han servido cuatro textos suyos inéditos, en los que una vez más se aprecia que su obra “se sitúa en el mismo centro de la expresión cubana universal”, como bien se dice en el prólogo de No buscan reflejarse, una antología de sus versos que Letras Cubanas le editara en 2001.
Obra, por cierto, con una “prodigalidad tumultuosa” en la que se refleja cómo hace, o, mejor, cómo vive la poesía: a plenitud, de manera desaforada (al punto que alguien dice que hasta la fecha, cumplidos ya sus 67 años, ha escrito más de 7 mil poemas -y sigue).
José Kozer también se revela ante nuestras miradas con las profundidades que saben verle en cuatro materiales reflexivos en torno a su producción artística, publicados igualmente en esta nueva entrega de la Revista Matanzas.
Carlos García, por ejemplo, se refiere a la nada superficial “noción kozeriana de tropicalidad, de la cual el poeta deriva una reflexión estética muy seria sobre la literatura latinoamericana contemporánea (...), que lleva directamente al llamado neobarroco poético”.
Mientras, Victor Sosa advierte que “hace uso de varias estrategias discursivas: coloquialismo, oralidad aparente, libre fluir de la conciencia, omnipresencia del yo poético que se impone para parodiarse, para auto-mofarse y negarse finalmente a sí mismo”.
Un poeta ha atravesado puertas de papel y, ya ven, aquí se halla, riendo entre nosotros, en la ciudad en la que había soñado estar algún día.

miércoles, julio 18, 2007

Pita, mención en el Mangle Rojo

Con el cuaderno Los legados del error, el poeta Luis Lexandel Pita (Jovellanos, 1972) obtuvo mención en el concurso literario nacional Mangle Rojo 2007, convocado por la Asociación Hermanos Saíz, de Isla de la Juventud.
Pita ha publicado varios libros, además de obtener reconocimientos en importantes certámenes literarios nacionales como el José Jacinto Milanés y el Nosside del Caribe. Aparece en antologías como Cuerpo sobre cuerpo sobre cuerpo, de Letras Cubanas, y La última cena, de Ediciones Matanzas.
En esta nueva edición del Mangle Rojo, en la categoría de poesía compitieron en total unas 50 propuestas.

domingo, abril 29, 2007

Pájaro y Luna



La antología Pájaro y Luna (Ediciones Matanzas, 2006) recoge una exquisita selección de los poemas en los que Digdora Alonso ha reflexionado en torno a la naturaleza, sin duda uno de sus más frecuentados temas.
Rolando Estévez, también poeta, se encargó de escoger los textos, tomando como base los libros Como ángel cierto (Unión, 1988), Casi invisible al atardecer (Matanzas, 1984), Yo, mi desconocida (Unión, 1998), Contemplaciones (Unión, 2004), Rosa de Jericó y otros poemas (Vigía, 2004), y algunas composiciones inéditas.
Según afirma Gaudencio Santana, editor de este volumen, se trata de versos “en los cuales conversa con nosotros un pájaro, una araña, un gato que recuerda el haber sido un dios”, signos elementales “que Digdora va llenando de contenido, como un deseo propio por trascender aparentes insignificancias y llegar a decirle a los seres humanos que a veces lo que menos llamativo nos resulta es esencia de la poesía”.
O, mejor, esencia de lo que es el hombre, pues la verdad es que en el fondo ella toma a la naturaleza, parte de la naturaleza para arribar al hombre, a su existencia en sentido general (a sus inquietudes, a los movimientos de su alma, de su vivir cotidiano).

Después de acompañar a Wiliam Jones



Después de acompañar a Wiliam Jones se titula el volumen de poesía que la Editorial Letras Cubanas le ha publicado a Israel Domínguez, joven escritor nacido en Villa Clara en 1973, y residente en la ciudad de Matanzas desde hace algunos años.
Cerca de 60 poemas recoge este libro que es sobre todo vida pura, sensación en vivo, pues explora a fondo las palpitaciones de la cotidianidad y percibe con exactitud sus contrapunteos, su diversidad y la vez su unidad (polos opuestos se atraen), reflejo directo de la propia dimensión del alma humana, asombrosa por lo compleja que es.
Como dice la física, la energía no desaparece así como si nada, sino que se transforma, y luego renace dándole fuerzas a nuevas formas. De este mismo modo Israel Domínguez retoma (y modela creadoramente a su manera) la aridez y la ironía con que en su momento trabajaron la materia poética los norteamericanos T.S.Eliot y Ezra Pound, santos de su devoción.
Los temas ‘novedosos’ ya se han agotado hace mucho tiempo. Todo lo que se ha hablado o escrito a lo largo de los siglos ha tenido un único punto de partida: el hombre y en torno a esa criaturita al parecer inacabable se han rellenado toneladas de papel. Después de acompañar a Wiliam Jones aporta en ese sentido lo único que en verdad puede aportar cualquier buen libro: una perspectiva diferente a la hora de reflexionar, de sentir los asuntos comunes de todos los tiempos: la vida, el amor, la muerte, la religión, las relaciones humanas, la sociedad...
Aunque ríspidas como algunos de los pensamientos a los que dan forma, las palabras de Israel Domínguez parten siempre de la sencillez, que no es tan fácil lograr como parece y necesita para materializarse habilidades, sabidurías notables.
Antes que Después de acompañar a Wiliam Jones, ya Israel Domínguez había publicado otros libros como Hojas de Cal (Editorial Abril, 2001), Collage mientras avanza mi carro de equipaje (Ediciones Vigía, 2002) y Sobre un fondo de arena (Colección Sur, 2004). Entre los premios que ha ganado están: Calendario 1999, José Jacinto Milanés y Dador.
Es, no hay dudas, un artista que va creciendo, verso a verso, humildemente, pero con una mirada siempre muy singular.

jueves, marzo 29, 2007

Poetas en Matanzas VI


En 1958, la Peña Literaria de Matanzas dio comienzo a una tradición que se ha extendido ya por varias generaciones de escritores de este territorio: la publicación de un antología en la que se recogen a creadores que vivan (hayan nacido o no aquí) y estén realizando su obra artística en este territorio.
Esta iniciativa se retomó sucesivamente en 1965, 1979, 1986, 1999 y ahora, justo a finales del pasado año, acaba de reactivarse con el volumen Poetas en Matanzas VI, publicado por Ediciones Matanzas.
Alfredo Zaldívar, Yanira Marimón y Leymen Pérez fueron los encargados de realizar esta nueva selección en la que se incluyeron a 48 autores, “de todas las tendencia, (...) generaciones, de las escuelas más disímiles y los credos estéticos más antagónicos”.
En el texto aparece una gran diversidad de firmas que va desde Carilda Oliver Labra, Digodora Alonso y Juan Luis Hernández Milián hasta Laura Ruíz, Zaldívaz, José Manuel Espino y Mae Roque, Israel Domínguez, Yanira, Leymen y Gaudencio Rodríguez Santana.
Según declara en el prólogo Alfredo Zaldívar, no es exactamente una antología con el sentido en que se le conoce hoy en día, sino que se trata más de una muestra de lo que se está haciendo en materia poética en cada rincón de la provincia de Matanzas.
Johann Enrique Trujillo realizó un muy atinado y vistoso diseño de este volumen, al cual le incorporó en interior las fotos de cada uno de los autores.

miércoles, enero 31, 2007

A cuatro municipios matanceros llegará la Feria del Libro

A cuatro municipios de la provincia de Matanzas llegará la XVI Feria Internacional del Libro del 19 al 25 de febrero, etapa durante la cual se comercializarán unos 800 mil volúmenes y se desarrollará además un amplio programa de actividades culturales colaterales.
Cárdenas, Colón, Matanzas y Jagüey Grande asumirán la organización de esta fiesta de las letras, que tiene en Argentina el país invitado de honor, y se dedica al poeta, narrador y ensayista César López, Premio Nacional de Literatura, y al historiador Eduardo Torres Cuevas, Premio Nacional de Ciencias Sociales.
En más de 40 puntos de venta ubicados en esos territorios se ofertarán unos 400 nuevos títulos de diversas temáticas y géneros, entre los cuales estarán los producidos por las editoriales locales Matanzas y Vigía.
Habrá un especial contacto entre los autores y el público en las cerca de 70 presentaciones de libros que se efectuarán, y también en los espacios literarios previstos, como es el caso del Café Mezclado.
Igualmente se realizarán exposiciones de diseño y fotos, conferencias y coloquios como el que girará en torno a la Revista Matanzas.

viernes, enero 26, 2007

Casa 2007 para Alberto Abréu Arcia

Con "Los juegos de la escritura o la (re) escritura de la Historia", el escritor matancero Alberto Abréu Arcia ganó el premio Casa de las Américas 2007, en ensayo de tema artístico-literario.
Narrador, crítico de arte y ensayista, Abréu Arcia (Cárdenas, 1961) ha publicado los libros “Virgilio Piñera: un hombre, una isla”, Premio UNEAC de Crítica 2001, y “El gran mundo” (cuentos, 1996).
La obra suya que acaba de triunfar en el Casa 2007 destaca por “la exhaustividad y originalidad de la investigación sobre la cultura cubana contemporánea, la ambición de su objeto y la relevancia de las cuestiones que analiza”, según afirma el acta de premiación.
El jurado de esa categoría lo integraron el mexicano Víctor Barrera Enderle, la argentina Claudia Gilman y el cubano Víctor Fowler, quienes además otorgaron menciones a Oscar Rivera-Rodas, de Bolivia, por “El cosmopolitismo en las letras hispanoamericanas”, y a Julieta Leo Almaguer, de México, por “Las sagradas letras de Paradiso. Un estudio sobre el hermetismo de José Lezama Lima”.
Por otra parte, en este prestigioso certamen internacional los argentinos Susana Silvestre y Rafael Spregelburd triunfaron en los géneros novela y teatro respectivamente, mientras la uruguaya Edda Fabbri se llevó el primer lugar de literatura testimonial, y Ana Maria Gonçalves el de literatura brasileña.