miércoles, enero 18, 2012

Las herramientas del “Onelio”

(Publicado en tvyumurí)

El escritor argentino Eduardo Galeano visitó hace unos días el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, institución del Ministerio de Cultura de Cuba que aporta herramientas imprescindibles para afrontar la narrativa desde diversos puntos de vista.
Galeano, que se haya en la Isla como parte de las jornadas del Premio Casa de las Américas 2012, no podía dejar de darse una vuelta por el Onelio, con el cual ha mantenido importantes vínculos.
Fundado y dirigido desde 1998 por Eduardo Heras León, el Onelio es referente en la preparación de noveles autores, labor en la que resulta heredero del Centro Mexicano de Escritores de los años 50 y del Movimiento de Talleres Literarios de Cuba.
Más de quinientos jóvenes de todo el país (menores de 35 años, como establecen las bases para ser admitidos en sus aulas) ya han recibido sus clases.
En el caso específico de la provincia de Matanzas, han pasado este curso cerca de veinte “principiantes”, lo que resulta bastante esperanzador, pues lo cierto es que en los últimos años la narrativa no ha sido un género con muchos representantes ni muchos resultados en este territorio.
Hace algún tiempo, el comité de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba en esta provincia organizó una mesa de opinión donde se analizaba el impacto del Onelio en la narrativa actual. Dieron sus valoraciones Daneris Fernández, Néster Núñez, Karel Bofill y otros jóvenes que lo habían cursado.
Sus criterios reconocieron en primera instancia las herramientas que brinda para afrontar el acto de escritura, conocimientos teórico-técnicos y experiencia práctica, todo imprescindible para quienes empiezan en este oficio.
También se refirieron al grato impacto que le había producido el contacto directo con el propio Heras León y con otros reconocidos escritores que le impartieron conferencias o talleres, a muchos de los cuales tenían como autores de cabecera y, por tanto, admiraban devotamente.
El intercambio con otros “principiantes”, con los mismos intereses, con las mismas añoranzas, con la misma sed por convertirse en grandes escritores, es una más de las virtudes del Onelio.
En la medida que pasan los años, estas virtudes han ido creciendo y contribuyen al desarrollo de la narrativa desde ópticas más diversas.
Ya tiene una editorial, donde se han publicado varios libros, y, algo muy relevante, la muy peculiar revista El Cuentero. Por otro lado, tiene un sitio digital con información sobre la narrativa, nacional o extranjera.
No hace tanto, organizaron un encuentro de escritores. Fue muy provechoso para quienes asistieron. Acaso esta sea una línea en la que el Centro Onelio deba insistir, sobre todo a esta altura de su existencia.
Luego de todos estos años descubriendo talentos, perfilando talentos, quizás resulte más interesante, y sobre todo más útil, concentrar los esfuerzos en brindar nuevas opciones a quienes ya han pasado el primer curso, el de formación.
Pudiera ser otro más de sus aportes. Aunque hasta la fecha han sido bastantes, y está claro que ha marcado un verdadero hito en el panorama literario cubano. Pero el camino sigue. Siempre se está en construcción.


Matanceros que han cursado el Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso:

Daneris Fernández
Isnalbys Crespo
Norge Céspedes
Néster Núñez
Jorge Silva
Karel Bofill
Dariel Vicedo
Luis Enrique Mirambert
Hebert Poll
Daniel Solano Bacallao
Carlos Pérez Triana
Dianelys Pérez Pujol
Lázaro de la Torre Hernández
Michael Diéguez Hernández
Pedro Romero Carmenate
Maikel Jesús Quintana
Abel Ballester
Mailan Álvarez (lo cursa este año 2012)

martes, enero 10, 2012

Algunas primicias literarias de Matanzas

(publicado en tvyumurí)

I: El más antiguo testimonio literario matancero
Décimas con motivo de la primera ejecución de justicia en Matanzas, año de 1778, alcanzadas por tradición del Regidor D. Tomás Martínez; constituye el más antiguo testimonio literario con que se cuenta. Sin que se sepa quién fue a ciencia cierta su autor, solo vinieron a ser publicadas en 1854, como parte de las Memorias de un matancero, un manual clásico de la historiografía, de Pedro Antonio Alfonso. Narran, en una composición de quince décimas, sucesos en torno a un crimen pasional. A continuación un fragmento:

José Jiménez, violento,
Con furia muy inhumana
puso en José de Quintana
“el cuchillo más sangriento”.

Una piedra turbulento
le tiró con raro avieso
y después, sin embeleso,
tres heridas le dio atroz;
por lo que se vio veloz
“el más trágico suceso”.

II: Dos sonetos
Un accidente marítimo inspiró los que hasta el momento se conocen como los primeros versos publicados en Matanzas. Se trata de dos sonetos dedicados a la memoria de Miguel Alfonso, quien pereciera en el naufragio de la goleta Grulla, ocurrido el 17 de marzo de 1814 en aguas próximas a Bacunayagua. Fueron dados a conocer en el periódico El Patriota, el 22 y el 24 de marzo de ese mismo año. No se conoce el nombre del autor de ambos textos, cuyos valor es fundamentalmente histórico. A continuación, un fragmento:

La tenebrosa noche en que vencida
Fue la nave en las ondas destrozada,
Oyó la tempestad su voz dolida:
Neptuno en paz guardola en su morada:
Su memoria verás aquí esculpida,
O en nuestros pechos la hallarás gravada (sic).

III: La primera revista literaria
La Guirnalda fue la primera revista literaria de Matanzas. Concebida esencialmente para el público femenino, algo habitual en la época, se estima que presentó una propuesta al nivel de las mejores publicaciones literarias de entonces, tanto por la forma como por el contenido. Acogió creadores de la localidad pero también del país y de otras naciones. La Guirnalda circulaba los domingos. Tuvo una existencia efímera, tan solo de seis números, dados a conocer en 1842: el primero se publicó el 19 de junio y poco después el último, el 24 de junio. Fue obligada a cesar por las autoridades españolas, pues, según sus planteamientos, no contaba con la licencia del Capitán General de Cuba.

IV: Los tres primeros periódicos
La prensa matancera tuvo un momento decisivo en 1813, cuando circularon los tres primeros periódicos del territorio. Diario de Matanzas fue el número uno por orden de aparición. Según los datos con que se cuenta, no sobrepasó los cuatro meses de actividad. El último número del periódico que se conoce, corresponde al 8 de abril de 1813.
Tres meses después de esa fecha, los lectores ya contaban con una nueva publicación: El paquete, que lamentablemente también tuvo una existencia efímera. Por lo que se sabe, ambos solo se dedicaban a reproducir en sus páginas materiales de orden administrativo, político y económico.
Por último, en septiembre de ese mismo año, salió a la calle El Patriota, donde se dio a conocer una “Descripción geográfica histórica de la ciudad y partido de Matanzas”, concebida por el Capitán de Fragata Juan Manuel O’Farrill, y que marca el nacimiento de la historiografía regional.

*La información empleada en este texto proviene esencialmente del libro Los puentes abiertos (Ediciones Matanzas, 2007), de Urbano Martínez Carmenate