lunes, marzo 17, 2008

El libro como ‘esperanza’ del teatro

El dramaturgo Ulises Rodríguez Febles (Cárdenas, 1968) acaba de publicar en la Editorial Letras Cubanas El concierto y otras obras, en el cual reúne inquietantes obras de teatro que abordan conflictos cotidianos de la realidad cubana. Son, en total, cinco obras: El concierto (por la que recibió el Premio Virgilio Piñera), Carnicería, Huevos, Sputnik y Oráculo.
Los dramaturgos escriben pensando en la puesta en escena. Ahora bien, mientras ese momento llega (si llega), ¿qué significa para ustedes la publicación de un libro?
La posibilidad de legar un material que puede ser llevado a escena o no, como documento literario idóneo para estudiar el drama fuera de la representación, salvando los inconvenientes que se derivan del carácter efímero y multicodificado del teatro. Como dice la pregunta, muy pocas veces un autor puede ver toda su obra en cartelera: eso es un sueño, muy poco confirmado. Ha sido el libro el que nos ha posibilitado conocer toda la gran literatura dramática escrita, o nacida del proceso creativo en la escena, y que después se ha perpetuado – cuando se ha hecho. El libro para el texto dramático es otra forma de vida, la eterna, si se la merece, claro. El libro es de alguna manera... la esperanza.
En El concierto y otras obras, se aprecia una profunda vocación cívica, como adelante Amado del Pino en el prólogo. ¿Qué relación ves entre el teatro y la sociedad? ¿Qué papel asumen el teatro en la misma?
El teatro, en esencia, siempre es contradicción; para mi debe ser cuestionador, provocador, a la vez que honesto, ético... La creación es una responsabilidad artística y social. Un compromiso intelectual con la sociedad que nos tocó vivir. Las obras de este libro son una huella, viva, aunque parezca desapercibida, de una realidad que me impactó, que me inspiró y despertó la necesidad de comunicarme desde la mirada, la vida de otros sobre temas complejos, contradictorios, polémicos, vivos. Martí dijo y yo lo creo, aún con la diversidad estética en que cada cual se manifiesta creadoramente, que “el teatro debe ser el reflejo de la época en que se escribe”. Desde mi perspectiva creadora intento ser consecuente con ello.

domingo, marzo 02, 2008

La última vuelta de página

“La XVII edición de la Feria Internacional del Libro en Matanzas superó jornadas anteriores desde el primer momento; como nunca se ha logrado una unión inseparable entre los textos, sus autores y el público, que disfrutó de cada presentación”, aseveró Dulce María López, Directora de Cultura en la provincia de Matanzas.
En casi una semana se vendieron 371 721 ejemplares, correspondientes a 325 títulos para todas las edades, publicados por editoriales nacionales y algunas foráneas.
Se recaudó más de un millón 500 mil pesos en las cuatro ciudades que fungieron como subsedes: Matanzas, Jagüey Grande, Cárdenas y Colón.
Se contó con el honor de recibir la visita de Graziella Pogolotti y Antón Arrufat, premios nacionales de literatura, a quienes se dedica esta Feria, y que presentaron aquí diversos volúmenes suyos. (En el caso de Arrufat, dos publicados en casa editoras de este territorio.) Creadores de otras provincias también visitaron a los matanceros, para compartir sus experiencias en el oficio de la escritura.
Como parte de la necesidad de llevar la Feria no sólo al centro de la ciudad, sino a todos los sitios, se realizaron extensiones el Pedagógico, la Universidad, la Escuela de Instructores de Arte, el Combinado del Sur y en el Hospital de Maternidad.
“No obstante, para futuras ediciones del acontecimiento podríamos perfeccionar aún más el trabajo en ese sentido, sobre todo conseguir que en esos otros sitios participen más los escritores, los artistas en general”, dijo Dulce María.
En las calles, a cualquier hora del día llenas la gente es quien ha tenido la última palabra, y han podido apreciar la magnitud de esta Feria. Niños, adultos, han pasado estos días husmeando entre las librerías y comprando sus títulos preferidos. El cantante Freddy Maragotto, por ejemplo, asegura que se ha abastecido de buena literatura.
En la ciudad de Matanzas, los italianos Giovanni Monzón y Leonardo Zoccante afirma que en su país “LAS ferias de este tipo se vuelven en ocasiones muy elitistas, y no todo el mundo tiene recursos para comprarse tan buenos libros”.
“Aquí en esta localidad, participamos en el homenaje a Graziella Pogolotti, fue muy conmovedor, nosotros la pudimos conocer y felicitar. También nos ha impresionado la presencia de los niños en su espacio ferial. De seguro que regresamos el año próximo, para ver algo tan bello, el gran amor por la lectura que hemos apreciado.”

sábado, marzo 01, 2008

Graziella Pogollotti y la humildad de la crítica

No ejercen la crítica dioses, la ejercen hombres y, por tanto, deben actuar como tales, no pensar en opiniones canónicas, incuestionables, sino en un continuo diálogo con los contextos, con las circunstancias, con las personas.
Omar Valiño dijo que uno de los mejores ejemplos de humildad al ejercer la crítica lo es Graziella Pogolotti, Premio Nacional de Literatura, a quien está dedicada la XVII Feria Internacional del Libro Cuba 2008.
Lo afirmó al presentar en Matanzas, en la Galería Provincial de Arte Pedro Esquerré, tres libros de la Pogolotti: El Ojo de Alejo (Ediciones Unión), Experiencia de la Crítica (Ediciones Unión) y Polémicas culturales de los 60 (Letras Cubanas).
Según Valiño, tal humildad la ha ganado en la misma medida en que ella ha entendido el desarrollo del ser humano, de sus sociedades, su historia, sus culturas y todos los procesos en los que se involucra.
“Ha tenido una vida muy intensa y fructífera: profesora de la Facultad de Artes y Letras y del Instituto Superior de Arte, el cargo directivo que llevado sobre sus en la UNEAC durante años, su relación con la Academia de la Lengua, su participación en esa enriquecedora experiencia que fue Teatro Escambray y otras tantas aventuras intelectuales a las que se ha sumado.”
Al intervenir en la presentación, Graziella Pogolotti aseguró que nada le parecía “más patético que pasar por la vida sin haberle cogido el tamaño a las circunstancias atravesadas por cada cual, para poder hallarle sentido a todo, para aportar una visión propia”.
“Por eso, por estar siempre estar al tanto de todo, es que soy como una especie de Pulgarcita que va dejando tras de sí un rastro extenso de materiales escritos mientras vivía en carne propia tantos procesos diversos a lo largo de estos años.”
Sólo de este modo ha sido posible que eslabonara la intensa y extensa carrera intelectual que ha desarrollado, una muestra de la cual son los tres libros presentados ayer.
En Polémicas culturales... reúne cinco significativos debates generados en los primeros años de la Revolución cubana, en los que se abordaron temas como el papel de la cultura y sus diversas manifestaciones en la construcción de la sociedad que estaba naciendo.
Mientras, en Experiencia de la Crítica da cabida a un grupo de textos en los que ella da cuenta de tendencias, generaciones y personalidades de las Artes Plásticas, a la vez que reflexiona en torno al ejercicio del criterio.
Valiño, como parte de su intervención, hizo una anécdota en la que recordó un vaticinio de Marcelo Pogolotti, padre de Graziella. Después de que ella, siendo una niña, metiera sus manos dentro de un cuadro que él pintaba y removiera los colores, desdibujara algunas zonas, Marcelo dijo: “Será crítica de arte”, refiriéndose a la capacidad de estos profesionales para desmontar las diversas propuestas artísticas.
Finalmente, El Ojo de Alejo tiene la declarada intención de acercarse a Carpentier desde una óptica distinta, superar la mirada tradicional centrada en su barroquismo y en el concepto de lo real maravilloso. “Carpentier no sólo es eso”, dice la Pogolotti.
Lincoln Capote, que también intervino en la presentación, agradeció la existencia de críticos como ella, con máximo rigor y ética en sus planteamientos, pues únicamente así se puede estimular y defender la cultura. “La crítica, la buena crítica es indispensable para los procesos culturales; unifica y discierne, jerarquiza, y plantea nuevos caminos”, dijo.