miércoles, octubre 24, 2012

Las plurales vidas del Teatro Sauto

Teatro Sauto: Vidas en plural, de Amarilys S. Ribot, dado a conocer por Ediciones Matanzas, ofrece una ‘historia viva’ de ese importante coliseo cubano, articulada a partir de las voces de treinta técnicos, arquitectos, historiadores y visitantes asiduos al mismo.

Durante la presentación de este volumen, Cecilia Sodis Carrillo, directora de esa institución cultural y ella misma una de las testimoniantes, lo consideró imprescindible no solo por aportar novedosa información sobre diversas etapas del Sauto, sino por hacerlo además desde una óptica humana, con lo que logra que sus páginas resulten muy atractivas.

El texto contiene confesiones de personalidades como Mario Argenter Sierra, Luis Carbonell, Carilda Oliver Labra, Abelardo Estorino, Omara Portuondo, Frank Fernández, Lizt Alfonso, Daniel Taboada y Carlos Ruiz de la Tejera.

Amarilys S. Ribot señaló que los entrevistados ofrecen perspectivas sumamente variadas sobre el Sauto, que incluyen evocaciones personales, anécdotas cargadas de humor, consideraciones profesionales relacionadas con aspectos artísticos o técnicos, entre otros enfoques.

Ubicado en la ciudad de Matanzas, y concebido por el arquitecto italiano Daniel Dall’Aglio con elegante exterior neoclásico y bellos salones, el Sauto se convirtió, desde su apertura oficial el 6 de abril de 1893, en punto de referencia en el panorama cultural de la Isla.

Daneris Fernández, Historiador de ese coliseo, afirmó que la relevancia de este lugar puede apreciarse en los propios artistas que lo han visitado durante los más de 100 años que lleva funcionando.

Recordó artistas como Sarah Bernhardt, Anna Pávlova, Alicia Alonso, Jacinto Benavente, Adelaida Rístori, José White, Teresa Carreño, Antonio Gades, Ernesto Lecuona, Andrés Segovia, María Guerrero, Brindis de Salas, Frank Fernández... En tanto José Raúl Capablanca, quien jugó en el mismo una partida de ajedrez.
La presentación de este libro se efectuó en el propio Teatro Sauto, que se encuentra en proceso de reparación desde hace varios años.

Amarilys Sánchez Ribot (Matanzas, 1971) es licenciada en Periodismo por la Universidad de La Habana. Ha laborado en varios medios de prensa de la provincia de Matanzas. Como periodista ha recibido importantes premios. Ha trabajado en la promoción cultural de los teatros Sauto y Papalote. Este es su primer libro.


Publicado en Mar Desnudo

Entregan a Roberto Fernández Retamar Premio Honorífico Fundación de la Ciudad de Matanzas

 El importante intelectual cubano Roberto Fernández Retamar recibió el Premio Honorífico Fundación de la Ciudad de Matanzas, durante una jornada literaria desarrollada en esta localidad que acaba de cumplir 319 años.Fernández Retamar agradeció este reconocimiento, que se otorga anualmente en ese encuentro a personalidades de las letras con una obra trascendente, que en este caso no se limita al ensayo, la poesía o la escritura en general, sino que abarca la cultura toda y a su interacción con la sociedad, con su tiempo.

En gesto en el que se mostró emocionado, Retamar dijo que dedicaba este premio a la memoria de su padre, quien había nacido en Jovellanos, un municipio matancero. “Este premio, esta visita a Matanzas, resultan como una especie de reencuentro con mis raíces”, confesó. Premio Nacional de Literatura y director de Casa de las Américas, Fernández Retamar destacó además la tradición literaria de esta tierra, “hogar de José Jacinto Milanés, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido), y Carilda Oliver Labra, entre tantos otros maravillosos poetas...”


Al entregarle el reconocimiento, Alfredo Zaldívar, organizador principal de esta jornada, dijo que su trayectoria, su quehacer como intelectual cuenta con una dimensión universal, con particular incidencia en América Latina, donde es evidentemente una figura ineludible.

Esta jornada literaria tuvo lugar entre el 11 y el 13 de octubre en la ciudad de Matanzas, con un programa que contó con la participación de cerca de veinte escritores cubanos en recitales poéticos, mesas de opinión, conferencias, presentaciones de libros y revistas y tertulias.

Uno de los momentos más singulares lo propició el propio Fernández Retamar con una lectura de algunos de sus poemas durante la sesión inaugural del encuentro en el patio del Museo de Arte de esta ciudad.

La doctora Adelaida de Juan, considerada junto a Retamar como invitada de honor de esta cita matancera, impartió la conferencia “Lo afrocaribeño en la obra de Wilfredo Lam”, en la Cátedra Vitier, espacio de reflexión organizado por la Uneac provincial.

Enrique Pérez Díaz, director de la editorial Gente Nueva, realizó una intervención en la que analizó la interesante diversidad temática y estilística de la literatura para niños y jóvenes en la Isla. Luego de sus palabras, los escritores Yanira Marimón y Carlos Zamora leyeron textos de ese género.

En la tertulia Café Mezclao, conducida por Alfredo Zaldívar, se pudo compartir con Laidi Fernández de Juan, Marcial Gala, Legna Rodríguez, Atilio Caballero, Abel Fernández-Larrea Bérriz, entre otros. También se dio a conocer el último número de la revista Matanzas, dedicado al centenario de esta publicación. Cienfuegos, ciudad ‘invitada’, tuvo su espacio en el evento, donde se presentaron libros y revistas de las editoriales cienfuegueras Mecenas y Reina del Mar. Irán Millán Cuétara, conservador de esa ciudad, abordó la gestión y desarrollo en la misma, considerada Patrimonio Mundial.
Fueron presentados los libros ganadores del Premio Fundación de la Ciudad de Matanzas 2011: Letras húmedas. La ciudad poética (ensayo), de Urbano Martínez Carmenate; El momento perfecto (poesía) y Mayonesa bien brillante (novela), de Legna Rodríguez. Los tres volúmenes los publicó Ediciones Matanzas.

Por último, se entregaron oficialmente los premios de ese concurso correspondientes al presente año: en cuento, Berlineses, de Abel Fernández-Larrea Bérriz; en teatro Maykel Paneque, con Cámara lenta; y Carlos Zamora, con su noveleta A puerto blanco no llegan las lluvias, en género literatura para niños y jóvenes.

El Premio Literario Fundación de la Ciudad de Matanzas lo convocan la Casa de las Letras Digdora Alonso, Ediciones Matanzas y el Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés, con el auspicio del Centro Provincial del Libro y la Literatura, la Dirección Provincial de Cultura y las autoridades gubernamentales de la ciudad y la provincia de Matanzas.

                                                                                                                                                                         Publicado en Mar Desnudo

 

Verónica Spaskaya, puente entre la literatura rusa y la cubana

Publicado en Cubaliteraria

La destacada traductora rusa Verónica Spaskaya fue recordada por varios intelectuales cubanos en un encuentro que organizó la sede de la Uneac en la ciudad de Matanzas, como parte de las celebraciones por el Día del Traductor.Su vida y obra fueron abordadas desde diversas perspectivas en las intervenciones de Lourdes Arencibia, Juan Luis Hernández Milián y Alfredo Zaldívar, así como en los textos que enviaron Julio Travieso, Jacques-Francois Bonaldi y Doris Gutiérrez, quienes no pudieron asistir al homenaje personalmente.

Lourdes Arencibia dijo que Spaskaya, fallecida en La Habana el pasado año, podía considerarse una especie de puente que facilitó y promovió el intercambio entre la literatura en lengua rusa y la cubana. Recordó además su desempeño en el Equipo de Servicios de Traductores e Intérpretes (ESTI).

En su texto, Julio Travieso evocó el año 1976, cuando una narración suya se incluyó en una antología del cuento cubano traducida al ruso por Verónica, acaso la primera (o al menos una de las primeras) de ese género dada a conocer en la Unión Soviética. Más tarde, Travieso la conoció en Moscú, donde constató que ella “formaba parte de excelentes traductores como Margarita Bilínkina, quien llevó a su lengua a Carpentier y a García Márquez; Ela Braquinskaia, Nicolai Pogosov, entre otros”.
“La próxima vez que nos vimos —comenta Julio— fue en los años 80, cuando Verónica vino a trabajar en Cuba, invitada, si mal no recuerdo, por la Editorial José Martí.”Juan Luis Hernández Milián, traductor al español de Puskin, Esenin, Visostki y otros autores rusos, recordó el apoyo que Spaskaya le dio en todo momento, las consultas, el prólogo que le hizo a uno de sus libros, los consejos...

“En una ocasión —recordó Juan Luis— me dijo que resultaba más difícil traducir la prosa de Puskin que su poesía. Y tenía razón. Con Puskin ocurrió otra cosa. Leyó la traducción que hice de Ruslán y Liudmila y le pareció demasiado seria. Estimaba que ese texto Puskin lo había escrito en una etapa juvenil, y que el tono era más bien ligero, juguetón, irónico... juvenil. En eso también tenía razón, así que enseguida me puse a trabajar en tal sentido.”

Bonaldi y Doris Gutiérrez hicieron referencia a los momentos que vivieron con ella, cuando le pidieron ayuda para traducir Tío Vania, una obra de teatro de Antón Chejov, que pensaban llevar a las tablas.

Alfredo Zaldívar, poeta, narrador y editor, mencionó algunas experiencias personales con la Spaskaya, en las que se pudo apreciar su carácter ríspido, que no soportaba las medias tintas, y una evidente cubanía, asumida durante su larga residencia en la Isla.Este encuentro contó además con la participación de varios traductores matanceros, como es el caso de Laura Ruiz, Luis Martinto e Israel Domínguez, quienes se refirieron de modo general a las peculiaridades de ese oficio y leyeron algunos de los textos que trasladan al español en estos momentos.