Al poeta Hugo Hodelín Santana se dedicó el espacio Como ángel cierto, que para reconocer la obra de importantes escritores y artistas de la provincia de Matanzas organiza la Casa de las Letras Digdora Alonso en este territorio.
En el encuentro, el escritor Israel Domínguez afirmó que como creador Hugo se concentra en las periferias, en los asuntos marginales, a los que aborda con ironía, con humor, descarnadamente.
Por su parte, el editor Alfredo Zaldívar hizo énfasis en el tono coloquial, conversacional, que marca la producción de Hodelín, quien hasta la fecha ha publicado los libros de versos El anciano, Confesiones de un poeta mientras cuida un parqueo y Reacciones adversas.
Zaldívar también se refirió a un hecho singular: la manera tan sugestiva con la que lee su poesía en público, “algo que se echa de menos en algunos poetas, y que puede considerarse una virtud”.
Hodelín confesó que tanto la lectura como la propia escritura de sus textos estaba identificada con la pasión, con la emoción más pura, y que quizás por eso resultara atractiva, lograra identificarse con los demás.
“Yo solo escribo sobre lo que siento, no puedo hacerlo de otro modo”, dijo Hodelín, quien mencionó además el interés que despertaban en él autores como Charles Bukowski y Vladimir Maiakovski, aunque insistió en su obra se diferenciaba de los modos de hacer de estos grandes poetas.
Posteriormente, Hugo leyó algunos de sus más recientes poemas y recibió el homenaje de instituciones culturales y personalidades de Matanzas.
En el encuentro, el escritor Israel Domínguez afirmó que como creador Hugo se concentra en las periferias, en los asuntos marginales, a los que aborda con ironía, con humor, descarnadamente.
Por su parte, el editor Alfredo Zaldívar hizo énfasis en el tono coloquial, conversacional, que marca la producción de Hodelín, quien hasta la fecha ha publicado los libros de versos El anciano, Confesiones de un poeta mientras cuida un parqueo y Reacciones adversas.
Zaldívar también se refirió a un hecho singular: la manera tan sugestiva con la que lee su poesía en público, “algo que se echa de menos en algunos poetas, y que puede considerarse una virtud”.
Hodelín confesó que tanto la lectura como la propia escritura de sus textos estaba identificada con la pasión, con la emoción más pura, y que quizás por eso resultara atractiva, lograra identificarse con los demás.
“Yo solo escribo sobre lo que siento, no puedo hacerlo de otro modo”, dijo Hodelín, quien mencionó además el interés que despertaban en él autores como Charles Bukowski y Vladimir Maiakovski, aunque insistió en su obra se diferenciaba de los modos de hacer de estos grandes poetas.
Posteriormente, Hugo leyó algunos de sus más recientes poemas y recibió el homenaje de instituciones culturales y personalidades de Matanzas.
Publicado en Cubaliteraria
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