“La poesía es un modo de interpretar la naturaleza, la vida; es lo único que puede salvar al hombre de sí mismo, darle un sentido de ser”, afirmó el joven escritor cubano Leymen Pérez, tras ganar el premio de poesía convocado anualmente por la revista La Gaceta de Cuba.
“La poesía le permite al hombre encontrarse en armonía con todo lo que le rodea y desentrañar aquellas cosas que necesitan ser descubiertas y eternizadas por la voz interior que se expresa como una vibración”.
En Fatigas del trópico, el cuaderno por el que recibió este significativo reconocimiento, Leymen propone justamente una profundización en algunas zonas del ser humano, en algunas de sus agonías: la pérdida de su identidad y de sus valores, la miseria espiritual, la búsqueda interminable de una existencia mejor.
Integrado por nueve poemas, esta propuesta es, según el veredicto del jurado, “un conjunto sumamente orgánico en su estructuración, en su temática y en su poder de explayarse hacia zonas del lenguaje y la íntima nación; a la vez que muestra de una reciedumbre, concentración y tensión expresivas de singular madurez y eficacia”.
Leymen considera que este premio resulta fundamental “porque se trata de uno de los más prestigiosos dentro del campo cultural cubano; lo han recibido poetas de disímiles tendencias estéticas y generaciones, verdaderos referentes en la producción literaria contemporánea”.
Leymen Pérez García (Matanzas, 1976) ha publicado siete libros de poemas en diversas editoriales cubanas. En dos ocasiones anteriores obtuvo la Beca de Creación Prometeo, que en este certamen de La Gaceta de Cuba se entrega a autores menores de 35 años. También cuenta, entre otros, con los premios Calendario, Milanés, Hermanos Loynaz y Cauce.
En esta edición XVII del concurso, Jamila Medina recibió la Beca de Creación Prometeo por su cuaderno País de la siguaraya. También se otorgaron menciones a Dos bicicletas y una mujer, de Israel Domínguez; La autopista cero, de Carlos Esquivel; Avestruces con distortion, de Alejandro Ponce; Himnario del destierro, de Karel Bofill; Coloquio con Ada Elba, de María Teresa Falcón; Versión de pastoral, de Juan Carlos Tabío; e Hilado de las máscaras, de Lázaro Castillo.
El jurado lo integraron Lina de Feria, Alfredo Zaldívar y Leonardo Sarría.
El resultado se dio conocer el viernes 20 de mayo en la sede la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. En esa oportunidad, también se presentó el segundo número de este año de La Gaceta de Cuba, que entre otros atractivos cuenta con un dossier dedicado al aniversario 50 de esta emblemática revista de la cultura cubana.
“La poesía le permite al hombre encontrarse en armonía con todo lo que le rodea y desentrañar aquellas cosas que necesitan ser descubiertas y eternizadas por la voz interior que se expresa como una vibración”.
En Fatigas del trópico, el cuaderno por el que recibió este significativo reconocimiento, Leymen propone justamente una profundización en algunas zonas del ser humano, en algunas de sus agonías: la pérdida de su identidad y de sus valores, la miseria espiritual, la búsqueda interminable de una existencia mejor.
Integrado por nueve poemas, esta propuesta es, según el veredicto del jurado, “un conjunto sumamente orgánico en su estructuración, en su temática y en su poder de explayarse hacia zonas del lenguaje y la íntima nación; a la vez que muestra de una reciedumbre, concentración y tensión expresivas de singular madurez y eficacia”.
Leymen considera que este premio resulta fundamental “porque se trata de uno de los más prestigiosos dentro del campo cultural cubano; lo han recibido poetas de disímiles tendencias estéticas y generaciones, verdaderos referentes en la producción literaria contemporánea”.
Leymen Pérez García (Matanzas, 1976) ha publicado siete libros de poemas en diversas editoriales cubanas. En dos ocasiones anteriores obtuvo la Beca de Creación Prometeo, que en este certamen de La Gaceta de Cuba se entrega a autores menores de 35 años. También cuenta, entre otros, con los premios Calendario, Milanés, Hermanos Loynaz y Cauce.
En esta edición XVII del concurso, Jamila Medina recibió la Beca de Creación Prometeo por su cuaderno País de la siguaraya. También se otorgaron menciones a Dos bicicletas y una mujer, de Israel Domínguez; La autopista cero, de Carlos Esquivel; Avestruces con distortion, de Alejandro Ponce; Himnario del destierro, de Karel Bofill; Coloquio con Ada Elba, de María Teresa Falcón; Versión de pastoral, de Juan Carlos Tabío; e Hilado de las máscaras, de Lázaro Castillo.
El jurado lo integraron Lina de Feria, Alfredo Zaldívar y Leonardo Sarría.
El resultado se dio conocer el viernes 20 de mayo en la sede la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. En esa oportunidad, también se presentó el segundo número de este año de La Gaceta de Cuba, que entre otros atractivos cuenta con un dossier dedicado al aniversario 50 de esta emblemática revista de la cultura cubana.
Publicado en Cubaliteraria
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