Un mujer que dialoga acerca de sus conflictos existenciales con la sociedad y con ella misma, una mujer que encuentra en el perdón el instrumento que necesitaba para pasar páginas dolorosas y abrir otras nuevas; una mujer en esas circunstancias se presenta como protagonista de la novela Las manos de Pedro que la escritora matancera Margarita Aldanás ha dado a conocer en la Editorial Oriente, de Santiago de Cuba.
“Ella, el personaje principal, ha sufrido mucho, tiene problemas en su hogar, en la relación con el ambiente del pueblo en el que vive, y en el orden personal experimentó un suceso muy fuerte: una violación sexual”, comenta la autora.
“Sin embargo, a pesar de todo esto, sale adelante, y lo consigue aprendiendo a perdonar: solo quien perdona logra la paz que se necesita para estar con su propio ser en todo momento, sean las circunstancias que sean.”
Esta es la primera novela de Margarita Aldanás, quien hasta ahora había publicado los libros de poesía Una mujer lo sabe (Ediciones Matanzas) y Cartas para Anton (Editorial El carro del sol, Barcelona). Había dado a conocer además algunos cuentos en revistas y antologías de ese género.La novela se desarrolla a modo de monólogo de la protagonista y, como dijera el escritor Ulises Rodríguez Febles al presentar este volumen en un espacio de promoción literaria en la ciudad de Matanzas, sigue “una narración cronológica de su biografía, y otras cronológico, con interrupciones y transiciones, bruscas, imprecisas o lentísimas, como pedazos dispersos de disímiles discursos que se funden en uno solo”.
“Las manos de Pedro —agregó Ulises— es una novela, que cuando uno la lee, descubre, en la primera palabra, ella, como el foco discursivo es la mujer, una mujer de hoy, de varias épocas y latitudes, pero especialmente nuestra, de ahora mismo, que nos cuenta o de la que cuentan, su tragedia, con sus caídas y traumáticas maneras de levantarse, incluso de las humillaciones, de las vejaciones, del dolor que va más allá de las vísceras.”
“Ella, el personaje principal, ha sufrido mucho, tiene problemas en su hogar, en la relación con el ambiente del pueblo en el que vive, y en el orden personal experimentó un suceso muy fuerte: una violación sexual”, comenta la autora.
“Sin embargo, a pesar de todo esto, sale adelante, y lo consigue aprendiendo a perdonar: solo quien perdona logra la paz que se necesita para estar con su propio ser en todo momento, sean las circunstancias que sean.”
Esta es la primera novela de Margarita Aldanás, quien hasta ahora había publicado los libros de poesía Una mujer lo sabe (Ediciones Matanzas) y Cartas para Anton (Editorial El carro del sol, Barcelona). Había dado a conocer además algunos cuentos en revistas y antologías de ese género.La novela se desarrolla a modo de monólogo de la protagonista y, como dijera el escritor Ulises Rodríguez Febles al presentar este volumen en un espacio de promoción literaria en la ciudad de Matanzas, sigue “una narración cronológica de su biografía, y otras cronológico, con interrupciones y transiciones, bruscas, imprecisas o lentísimas, como pedazos dispersos de disímiles discursos que se funden en uno solo”.
“Las manos de Pedro —agregó Ulises— es una novela, que cuando uno la lee, descubre, en la primera palabra, ella, como el foco discursivo es la mujer, una mujer de hoy, de varias épocas y latitudes, pero especialmente nuestra, de ahora mismo, que nos cuenta o de la que cuentan, su tragedia, con sus caídas y traumáticas maneras de levantarse, incluso de las humillaciones, de las vejaciones, del dolor que va más allá de las vísceras.”
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