El pergamino Las calles rotas de mi ciudad, que contiene un poema de la escritora e investigadora cubano-americana Ruth Behar, es la más reciente publicación dada a conocer por Ediciones Vigía, en la ciudad de Matanzas.
El poeta Israel Domínguez, quien tuvo a su cargo las palabras de su presentación oficial, afirmó que este es un texto nostálgico, en el que siente añoranza por el pasado, por lo que fue y solo volverá a ser en la memoria.
“El sujeto lírico de este poema se encuentra con una ciudad natal transformada, distinta a lo que fue, y a partir de esto echa de menos a tantas cosas que ya no son; la ciudad como metáfora, como línea desde la cual se valora el paso del tiempo, el peso del tiempo sobre la existencia humana”, comenta Israel.
“Se echa de menos a su infancia, ya perdida; a la familia, que ya no es la misma; a la propia vitalidad como ser humano y a la ciudad que se conoció y que se ha convertido en otra, que se ha deteriorado junto con todo lo que fue, con los recuerdos, y ha mutado, es otra frente a la mirada”. El poeta Rolando Estévez, diseñador del pergamino, afirma además que este poema constituye, por su estructura, por sus ambiciones conceptuales, “un poema-cuento, un poema-novela, un poema-mundo”, en el que pueden percibirse estos estremecimientos, estas inquietudes del sujeto lírico.
Estévez, también a cargo de los dibujos que se incorporaron como parte del diseño, utilizó para la realización de esta publicación papeles blanco, craft y ecológico de texturas y gramajes diversos; papel de techo; aserrín; textiles; conchas y piedras marinas, entre otros materiales.
Nacida en La Habana en 1956, Ruth Behare migró junto con su familia hacia los Estados Unidos, cuando ella tenía cuatro años de edad. En la actualidad es profesora en la Universidad de Michigan. Ha publicado textos relacionados con la antropología, y libros de ensayo, poesía y otros géneros literarios.
El poeta Israel Domínguez, quien tuvo a su cargo las palabras de su presentación oficial, afirmó que este es un texto nostálgico, en el que siente añoranza por el pasado, por lo que fue y solo volverá a ser en la memoria.
“El sujeto lírico de este poema se encuentra con una ciudad natal transformada, distinta a lo que fue, y a partir de esto echa de menos a tantas cosas que ya no son; la ciudad como metáfora, como línea desde la cual se valora el paso del tiempo, el peso del tiempo sobre la existencia humana”, comenta Israel.
“Se echa de menos a su infancia, ya perdida; a la familia, que ya no es la misma; a la propia vitalidad como ser humano y a la ciudad que se conoció y que se ha convertido en otra, que se ha deteriorado junto con todo lo que fue, con los recuerdos, y ha mutado, es otra frente a la mirada”. El poeta Rolando Estévez, diseñador del pergamino, afirma además que este poema constituye, por su estructura, por sus ambiciones conceptuales, “un poema-cuento, un poema-novela, un poema-mundo”, en el que pueden percibirse estos estremecimientos, estas inquietudes del sujeto lírico.
Estévez, también a cargo de los dibujos que se incorporaron como parte del diseño, utilizó para la realización de esta publicación papeles blanco, craft y ecológico de texturas y gramajes diversos; papel de techo; aserrín; textiles; conchas y piedras marinas, entre otros materiales.
Nacida en La Habana en 1956, Ruth Behare migró junto con su familia hacia los Estados Unidos, cuando ella tenía cuatro años de edad. En la actualidad es profesora en la Universidad de Michigan. Ha publicado textos relacionados con la antropología, y libros de ensayo, poesía y otros géneros literarios.
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