Antón Arrufat piensa en un libro en el que pueda hacer confluir todos los géneros literarios. “Quisiera escribirlo antes de morir”, dice. En tal añoranza acaso esté la razón, la energía que lo ha llevado a incursionar en la poesía, el teatro, la narrativa, el ensayo... Acaso para sus múltiples miradas de la vida no halla espacio suficientes en los moldes tradicionales de escritura, se le desbordan, no contienen el caudal de su pensamiento.
Carilda Oliver Labra, una de sus lectoras más atentas (según ella confiesa), admira desde hace mucho sus varios acercamientos al reino de la escritura. “Tiene el poder de desandar con asombrosa naturalidad y fuerza por varios géneros literarios, en los que se muestra contemporáneo y clásico, audaz y a la vez comedido, respetuoso”, asegura ella.
Dicha versatilidad la ha demostrado ahora en dos volúmenes dados a conocer en un homenaje que se le dio en la ciudad de Matanzas. Uno de los textos es de poesía: Manuel de Inexpertos. Título Provisional (Ediciones Vigía). El otro es de ensayos: Las máscaras de Talía. Para una lectura de la Avellaneda (Ediciones Matanzas). En ambos se muestra artífice en el dominio de la palabra, de las estructuras acordes a cada uno de esos géneros.
Al hacer la presentación de Manual de Inexpertos..., Rolando Estévez manifestó que esa propuesta (integrada por 16 poema inéditos) tiene un encanto singular a partir del contraste producido entre la elegante y mesurada hechura formal y los graves temas abordados: la muerte, la desesperación, el fin del mundo...
Mientras, Alfredo Zaldívar, al presentar Las máscaras de Talía... pudo apreciar el modo en que Arrufat se fija en los diversos géneros literarios para a través de los mismos aproximarse mejor a la Avellaneda:
“Quizás el mérito fundamental (...) radique en la habilidosa y sorprendente interrelación de géneros y temas que Arrufat refunde para entender el cosmos de la autora, algo que, hasta donde sabemos, la crítica antes no había siquiera intentado con el énfasis que se hace aquí. La comunicación entre su teatro, sus novelas, su poesía, su prosa reflexiva y su propia vida, vista a la luz de biografías, autobiografías, cartas y diarios, de la crítica y de las visiones contemporáneas y posteriores, son revisadas y objeto de conjeturas penetrantes y animosas”.
Quizás al recorrer la trayectoria de la Avellaneda, escritora también con incursiones en varios géneros literarios, haya sentido Arrufat que se exploraba a sí mismo, a su necesidad de múltiples escrituras, la misma que sintiera un ser muy parecido a él: Virgilio Piñera.
Carilda Oliver Labra, una de sus lectoras más atentas (según ella confiesa), admira desde hace mucho sus varios acercamientos al reino de la escritura. “Tiene el poder de desandar con asombrosa naturalidad y fuerza por varios géneros literarios, en los que se muestra contemporáneo y clásico, audaz y a la vez comedido, respetuoso”, asegura ella.
Dicha versatilidad la ha demostrado ahora en dos volúmenes dados a conocer en un homenaje que se le dio en la ciudad de Matanzas. Uno de los textos es de poesía: Manuel de Inexpertos. Título Provisional (Ediciones Vigía). El otro es de ensayos: Las máscaras de Talía. Para una lectura de la Avellaneda (Ediciones Matanzas). En ambos se muestra artífice en el dominio de la palabra, de las estructuras acordes a cada uno de esos géneros.
Al hacer la presentación de Manual de Inexpertos..., Rolando Estévez manifestó que esa propuesta (integrada por 16 poema inéditos) tiene un encanto singular a partir del contraste producido entre la elegante y mesurada hechura formal y los graves temas abordados: la muerte, la desesperación, el fin del mundo...
Mientras, Alfredo Zaldívar, al presentar Las máscaras de Talía... pudo apreciar el modo en que Arrufat se fija en los diversos géneros literarios para a través de los mismos aproximarse mejor a la Avellaneda:
“Quizás el mérito fundamental (...) radique en la habilidosa y sorprendente interrelación de géneros y temas que Arrufat refunde para entender el cosmos de la autora, algo que, hasta donde sabemos, la crítica antes no había siquiera intentado con el énfasis que se hace aquí. La comunicación entre su teatro, sus novelas, su poesía, su prosa reflexiva y su propia vida, vista a la luz de biografías, autobiografías, cartas y diarios, de la crítica y de las visiones contemporáneas y posteriores, son revisadas y objeto de conjeturas penetrantes y animosas”.
Quizás al recorrer la trayectoria de la Avellaneda, escritora también con incursiones en varios géneros literarios, haya sentido Arrufat que se exploraba a sí mismo, a su necesidad de múltiples escrituras, la misma que sintiera un ser muy parecido a él: Virgilio Piñera.
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